Una serie de desgracias están asolando el planeta aunque nadie se preocupa mucho en apariencia, pues las alertas parecen las habituales del calentamiento global o de alguna epidemia que afecta al mundo animal. Pero pronto esta situación desembocará en una auténtica guerra mundial. Algo está afectando a los humanos convirtiéndoles en zombies extremadamente violentos y hambrientos; además, con cada mordedura, aumentan el número de los “no-muertos” amenazando con erradicar la especie humana.
Gary Lane, investigador de la ONU, es reclutado por el gobierno y viajará por diferentes lugares del mundo intentando descubrir el origen del contagio para ponerle así remedio.
Hasta hace poco los zombies eran protagonistas tan sólo de películas y cómics pertenecientes al género de terror. Pero desde que la literatura (si se le puede llamar así) se vio invadida por esos seres en las versiones Z de algunos famosos libros (Orgullo y prejuicio y Zombis o -juro que existe- Lazarillo: matar zombies nunca fue pan comido) el cine no podía tardar en incorporarlos a sus superproducciones más comerciales. Guerra Mundial Z lleva a la pantalla la novela homónima de Max Brooks...
La película es indudablemente entretenida. Su ritmo vertiginoso engancha desde el primer momento y la sucesión de momentos de tensión parece llevarnos en una montaña rusa hasta que nos bajamos de ella bastante mareados, pero felices. La dirección artística cumple... Pero ahí acaba todo. Contraste
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