La censura en la televisión

Las nuevas tecnologías pueden ayudar a que disfrutemos de más libertad en los medios de comunicación. Es sabido que internet, por el momento, es un campo escurridizo para escapar a la censura de los gobiernos autoritarios o, claramente, totalitarios que pretenden impedir la libertad de expresión. Los países donde existe censura forman una lista larga. La mayoría son naciones dominadas por el islamismo o por el comunismo; aunque también se podrían añadir a la relación algunos regímenes de carácter indigenista y socialista.

Donde no parece fácil burlar la censura es en la televisión. Para empezar, se pueden negar nuevas licencias o retirar las concedidas. A las emisoras que existen todavía abiertas, cabe la posibilidad de amedrentarlas de mil maneras; por citar solo una: se les puede negar la publicidad proveniente de ámbitos públicos. Y, en el campo del hostigamiento a los profesionales, éstos corren el riesgo de sufrir campañas de descrédito, situaciones de ostracismo o de acoso a sus empresas, hasta conseguir que éstas los despidan. En muchos casos, se ejerce la violencia física, el exilio o el mismo asesinato. No olvidamos que la profesión de periodista es una de las más peligrosas, debido –entre otros motivos- a los ataques terroristas o mafiosos que sufren los profesionales más comprometidos, a los que se les quiere imponer una autocensura.

Aparentemente, la situación es tan negativa que poco margen queda para la esperanza. Pero, no es así, la gente mira la televisión con espíritu crítico. Además de nuevo, volvemos a encontranos con la posibilidad de ver por internet otras cadenas de televisión.

En Occidente, es muy importante mantener las licencias de medios de comunicación que expresen posturas y visiones distintas; siempre desde el respeto a la libertad, a los derechos humanos y, en general, a los valores que configuran nuestra sociedad occidental. En esta línea, el desarrollo de la TDT –también un avance tecnológico- quizás constituya otra oportunidad para crecer en la libertad de expresión. Pedro Seco Varón.