Mientras la crisis económica arrecia y cada cual se saca de la chistera su solución, no podemos olvidar que debajo de ella hay algo mucho más profundo que una deficiente gestión financiera, política o empresarial. En el fondo, como todos sabemos, subyace una lamentable crisis de valores. Quien siembra vientos recoge tempestades. Urge el rearme ético y moral de nuestra sociedad y, para ello, un elemento clave es la educación. Pues a propósito de ésto, hoy traemos en portada una estimable película francesa de 2008, La clase, dirigida por Laurent Cantet e interpretada por François Bégadeau, autor de la novela en que se basa el film. La cinta no ofrece soluciones concretas a los problemas que plantea, pero proporciona elementos, más que sufiencientes, para enriquecer el debate en un tema tan importante como la educación de nuestros jóvenes.
Y para que veamos que el conflicto y la violencia en las aulas es un drama que viene de lejos, recuperamos un clásico dirigido en 1955 por Richard Brooks y protagonizado por el añorado Glen Ford, Semilla de maldad.
Cambiamos radicalmente de tercio con la Isla de Nim. Una propuesta cinematográfica simpática y amable, sin pretensiones, que hará pasar un buen rato a toda la familia delante de la pantalla -una buena tele ayuda bastante-. Además, y ya que hablamos de educación, las ideas de fondo son sugerentes -amor a la naturaleza, pensar en los demás,...-, y pueden estimular el debate familiar.
La clase (2008). Laurent Cantet. Drama. Jóvenes.
“Chapeau” para una película como “La clase” y para su director, y también para un profesor como François y para sus colegas de la enseñanza. Con la Palma de Oro en el último festival de Cannes y nominada a los Óscar por Francia, Laurent Cantet (“Recursos humanos”) realiza un trabajo muy pegado a la calle y a la realidad de la educación, y va aún más lejos al lograr crear un microcosmos de la sociedad en torno a las cuatro paredes del aula de un conflictivo instituto parisino. Un curso escolar donde la típica problemática adolescente queda potenciada por la composición multicultural de la clase, y donde el profesor tiene que hacer difíciles equilibrios entre disciplina y confianza, el hacer justicia e incentivar a sus alumnos, o enseñar lengua y a convivir en respeto y tolerancia. Todo un reto para los nuevos héroes de nuestros días, que se ven obligados a hacer acopio de paciencia, fortaleza y comprensión a la vez que velar por su salud físico-psíquica o protegerse de eventuales denuncias de padres y alumnos. La Mirada de Ulises.
Semilla de maldad (1955). Richard Brooks. Drama. Jóvenes.
El clásico por excelencia de estudiantes rebeldes, que consagró a Sidney Poitier, por entonces jovencísimo. Glenn Ford realiza una convincente interpretación en un film sobre asuntos aún tan candentes como el conflicto racial, las bandas juveniles y la violencia en las escuelas. Está basada en una novela de Evan Hunter Decine21.com.
La isla de Nim (2008). Jennifer Flackett y Mark levin. Aventuras. Todos.
Nim es una niña de 11 años que vive en una de las perdidas islas Fiji con la única compañía de su padre científico, Skipie (un león marino), Fred (un expresivo lagarto "barbudo") y Galileo (el pelícano mensajero). La idílica vida de Nim termina cuando su padre se pierde en una expedición, y la niña pide ayuda a Alex Rover, un héroe literario creado por la agorafóbica Alexandra Rover. El cine familiar tiene una tendencia notable a regalarnos películas idiotas con la excusa de ser para gente menuda. Sin embargo, productoras como Pixar o Walden Media parecen empeñadas en demostrar que se puede llegar a todos los públicos respetando la inteligencia y el ingenio. La isla de Nim es un buen ejemplo de ello. Fila Siete.
Cine en Televisión (decine21.com)
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