Los videojuegos han dejado de ser un ocio de adolescentes para convertirse en algo compartido por todos. Desde hace un par de años, gracias a la moda de los smarphones y las tablets , se han popularizado aplicaciones para jugar en diferentes soportes.
El primer fenómeno mundial del juego móvil fue Angry Birds. El videojuego ha superado los mil millones de descargas y cuenta, según sus propios creadores, con más de 263 millones de usuarios activos. Se ha ido creando una legión de fans que ha provocado que se fabrique todo tipo de merchandising, juguetes, videojuegos para consolas y hasta una película en desarrollo.
Pero esto es únicamente la punta del iceberg. Una encuesta realizada en Estados Unidos y Gran Bretaña ha demostrado cómo más de la mitad de los usuarios de smartphones (el 57%) usan su dispositivo para jugar. Y es que la posibilidad de jugar en cualquier lugar y en cualquier momento, el llamado juego casual, atrae mucho. De hecho, han comenzado a surgir ciertas dudas entre las grandes compañías sobre el futuro de las consolas portátiles.
Y poco a poco, el negocio se va ampliando. Cada vez aparecen más adaptaciones de juegos de consola o PC para estos dispositivos.
Por todo ello, parece que el panorama de los videojuegos está cambiando. Nuevos soportes, nuevas plataformas, nuevas formas de jugar, más baratas y adictivas y un público menos exigente en cuanto a espectacularidad, pero muy interesado en que estas ofertas enganchen. ¿Estamos ante el principio de una nueva época en el mundo de los videojuegos?
Fuente: J.C.A.V. Contraste 02/2013
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