El Sr. Hulot (Jacques Tati) es un personaje amable y extravagante que vive en un barrio humilde. De vez en cuando va a visitar a su hermana que vive en una mansión ultramoderna. Su sobrino Gerald (Alain Bécourt) adora a su tío, pero su padre no ve con buenos ojos la estrecha relación que tiene con su extravagante cuñado.
Ganadora del Oscar en 1958, esta obra de arte del francés Jacques Tati (1909-1982) no se parece a nada, tan original es. Feliz, emotiva, bella, viva, divertida, ingenua, refinada, original hasta el punto de dejar K.O. al mismísimo Francois Truffaut. La copia restaurada por la hija de Tatí permite gozar de los esplendorosos colores originales, cálidos para el barrio, fríos para el mundo de la técnica. (Aceprensa)
Película de visionado obligado (les recomiendo que hagan una sesión doble precedida por "Las vacaciones de M. Hulot"), que se convierte en un divertido bisturí que abre en canal los males de la sociedad moderna sin salirse nunca de los amables márgenes del Universo Tati. Personalmente echo en falta la chispa de su anterior cinta y, tal vez, con la perspectiva temporal, también haya envejecido menos dignamente, eso sí, sin perder nunca el interés, la capacidad de incisión, la lucidez o ese poso de ternura que se contagia. (La Butaca)
Otras fuentes: Decine21 y Web oficial de J. Tati.
Película de visionado obligado (les recomiendo que hagan una sesión doble precedida por "Las vacaciones de M. Hulot"), que se convierte en un divertido bisturí que abre en canal los males de la sociedad moderna sin salirse nunca de los amables márgenes del Universo Tati. Personalmente echo en falta la chispa de su anterior cinta y, tal vez, con la perspectiva temporal, también haya envejecido menos dignamente, eso sí, sin perder nunca el interés, la capacidad de incisión, la lucidez o ese poso de ternura que se contagia. (La Butaca)
Otras fuentes: Decine21 y Web oficial de J. Tati.
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