La media de consumo televisivo no sólo no ha descendido gracias a la aparición de otras plataformas y divertimientos, sino que batió récords en 2011 con 239 minutos por persona y día. Junto a este dato, nada despreciable, destaca la uniformidad de la oferta y la pobreza de contenidos, entre los que sobresale con fuerza el menosprecio más furibundo hacia la dignidad humana plasmado, por ejemplo, en nuevas ediciones de GH, entregas diarias de Sálvame o un contumaz abandono del horario de protección del menor.
Las Asociaciones de Consumidores de Medios Audiovisuales, que celebramos la asamblea anual este mes de febrero, somos conscientes de la necesidad de nuestra existencia. No obstante, esta visión debe ser compartida por la mayor parte de los usuarios, ya que la tarea de conseguir unos medios de calidad es imponente y la lucha desigual. Plantar cara a los grandes grupos mediáticos que dominan el panorama audiovisual será más efectivo en la medida que nuestros recursos y nuestra representación aumente. La unión hace la fuerza y cambiar el futuro está en nuestras manos. Editorial Revista Contraste febrero 2012.
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