“La extraña vida de Timothy Green” es una historia mágica e inspiradora acerca de una pareja felizmente casada, Cindy y Jim Green (Jennifer Garner y Joel Edgerton), que no ve la hora de formar una familia y vive soñando cómo sería su hijo. Cuando, súbitamente, el joven Timothy (Cameron Adams) aparece en la puerta de su casa durante una noche de tormenta, Cindy, Jim y el pequeño pueblo de Stanleyville descubren que a veces lo inesperado puede brindar alguno de los mejores regalos de la vida. La Butaca.
Se nota que Hedges es un buen narrador. La extraña vida de Timothy Green tiene el peligro de ser una película amable y bonita con el temible sello de Disney. Superado algún que otro subrayado sentimental (especialmente en la interpretación excesivamente emotiva Jennifer Garner) la historia es difrutable y tiene muchas virtudes. El niño protagonista (que ya apareció brevemente en Como la vida misma), es todo un descubrimiento. De él depende que la película sea encantadora e inocente sin ser ñoña y elemental. Un cuento amable. Fila Siete (3,5/5)
En la primera parte de este filme tenemos el antimodelo de padres: su hijo es un proyecto personal, por el que se desviven. Pero el desarrollo de la trama va desvelando la verdadera lección que ellos van a aprender: que la vida es un don, lleno a su vez de dones, y que la sabiduría está en acoger y aceptar esos dones sin pretensiones. Bien dirigida e interpretada, y con una bella banda sonora de Geoff Zanelli, la cinta no es enfática ni didactista, pero transmite un cierto aire capriano de espiritualidad positiva, aunque en la frontera entre un inmanentismo posmoderno y la apertura a un misterio sin rostro... J.O. (Cope). (6,5/10)
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