McKinley, un pequeño pueblo de Pennsylvania. Tierras verdes, pastos frescos, casitas y granjas desperdigadas a lo largo y ancho de un bucólico panorama. Hasta allí llegan Steve y Sue, trabajadores de Global Crosspower Solutions, una enorme compañía energética que desea extraer gas en aquellas tierras. Steve es un experto vendedor, conoce la psicología de las personas, y sabe usar los argumentos para convencer. Su misión es comprar acres de terreno a diversos sus propietarios con la promesa de llevarse un porcentaje de las ganancias de la de la empresa... DeCine21. (6/10)
Gus Van Sant vuelve a demostrar dos cosas: que tiene buena mano para abordar temáticas complejas y que, a pesar de su trayectoria, no necesita personajes turbios para demostrar que es un buen director de actores. Apoyándose en un guión clásico y lineal, al que le cuesta un triunfo arrancar, todo hay que decirlo, y un solvente reparto, el cineasta plantea un conflicto muy actual en el que, la necesidad de trabajo o de dinero, pueden llevarse por delante temas tan esenciales como el respeto a la verdad, las tradiciones o la Naturaleza. Fila Siete. (3/5)
La película tiene muchos elementos a su favor, desde el elenco actoral, hasta el oficio de Gus van Sant a la hora de poner en escena situaciones humanas complejas. Y aunque todo es más que correcto, el resultado final sabe a poco, quizá porque el propio guion está muy lastrado por una denuncia típica a la política de las grandes corporaciones. De hecho, lo más interesante no está en la trama principal, probablemente ideológica, sino en las pequeñas relaciones que se van desgranando a lo largo del metraje y que son su carne y lo realmente valioso... Como retrato de la América profunda no está mal, y como reivindicación de la honestidad personal y profesional, tampoco. J. O. (Cope). (6,5/10)
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