Con la intención de alejarse todo lo posible de su trabajo en la división de narcóticos del Departamento de Policía de Los Ángeles, Ray Owens se traslada a Sommerton Junction. En esta alejada y tranquila localidad, en la que ejerce de sheriff, se encuentra uno de los puntos más desprotegidos de la frontera con Méjico. Es allí donde se dirige Gabriel Cortez, un destacado y sanguinario capo del narcotráfico que acaba de fugarse. Tras hacerse con un formidable bólido, un Corvette ZR1 modificado, Cortez emprende una feroz carrera hacia la libertad, llevando consigo a un rehén del FBI. Las escasas fuerzas del orden de Sommerton serán las encargadas de hacer frente al fugitivo y a su ejército de crueles forajidos, que no tardan en trastornar la calma de este pueblo al que no llegan las fuerzas policíacas estatales... Contraste.
La película es lo que es y hay que acudir a ella con la intención de disfrutar: muchos tiros, acción y unos golpes de humor surrealista del director que hizo El bueno, el malo y el raro. Un western postmoderno en el que Jee-woon se encuentra muy cómodo y libre de ataduras. Ver juntos a un director coreano, a Schwarzenegger y a la pésima dicción (en inglés o castellano) de Eduardo Noriega, ya merece la pena. Dinámica y entretenida. TVF.
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