Barry es una abeja macho que acaba de graduarse en la universidad y que se siente frustrada ante la falta de perspectivas. Su desilusión e insatisfacción le lleva a transgredir una de las reglas esenciales de la colmena, no relacionarse con humanos, y se lanza a hablar con ellos. Pronto se queda atónito al descubrir que los humanos llevan siglos robando la miel de las abejas y entiende que su auténtica vocación es restablecer el orden de las cosas y demandarlos por ello. Conocerá a una florista de Nueva York llamada Vanessa y, con su ayuda, presentará la demanda judicial contra los humanos.
La historia, inverosímil porque así lo requiere el género, propone valores como el trabajo en equipo, la importancia de un trabajo bien hecho por pequeño que sea, el sentido de pertenencia a un grupo y los deberes que ello conlleva y un largo etcétera. A este film que, a pesar de todo, no resulta demasiado moralizante, se suma un destacable trabajo de diálogos que hilvanan el guión con destreza y humor. Como viene siendo habitual, también se incorporan al film algunas escenas o gags dirigidos al público adulto que se llevan a cabo con desigual acierto. Sin embargo, el conjunto resulta entretenido y acertado. CINEMANET.INFO.
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