Hace dos semanas, pudimos leer en nuestro blog, dentro de las recomendaciones de los viernes, en Qué Vemos, una reseña de Vivir para siempre. En efecto, desde este espacio, todas las semanas encontramos los mejores estrenos y las series más sugerentes; sin olvidar títulos clásicos inolvidables. Todo un plan para disfrutar de la tele o del cine durante el fin de semana.
Por tanto, para buscar una buena crítica de Vivir para siempre, remitimos al lector al comentario que se hizo en su momento. Simplemente, como mero espectador, quisiera comentar que me ha causado una sensación muy buena esta película. En efecto, valía la pena verla en el cine. Espero que se edite en DVD y que pueda formar parte de la videoteca de muchas familias.
Gustavo Ron ha realizado un estupendo trabajo, original y de gran calidad técnica. La temática ofrece serias dificultades y las supera gratamente para el espectador y para la historia del cine. Ciertamente, sobrecoge cómo aborda asuntos como la enfermedad, la muerte, el sufrimiento de los niños y de los padres. La película se desarrolla con alegría, con vida y se gana la simpatía del espectador desde el primer fotograma. Tiene mucho mérito saber contar una historia como ésta. Muchos metrajes precedentes naufragaron y cayeron en lo empalagoso o en lo agobiante. Todo lo contrario que Vivir para siempre.
Esta producción merece la atención del público. Es profunda y amena. Seria y alegre. Desde el punto de vista técnico, nos parece sobresaliente. Lo mismo podemos decir de las interpretaciones de los actores.
Felicidades a todos los profesionales que han hecho posible esta obra. Nos asombramos del valor que han derrochado. Su pericia no va a la zaga de su coraje. El resultado mereció la pena. Pedro Seco Varón.
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