El fútbol ocupa muchos minutos en los telediarios. A este tiempo, debemos de sumar las retransmisiones de partidos, los programas deportivos y demás alusiones en otros espacios televisivos. Ciertamente, hay momentos en que el fútbol se señorea por la televisión como si fuera su casa.
¿Por qué la televisión presta tanta atención al fútbol? Quizás, la primera causa sería porque éste lidera los índices de audiencia. Igualmente sucede en la radio o en la prensa escrita.
Pero, ¿por qué tiene tanta audiencia el fútbol? Alguno podría acordarse del “pan y circo”, una fórmula perfectamente conocida en Roma. Un gran intelectual europeo comentaba, hace años, que poner el juego junto al pan, y darle la misma importancia, ya da que pensar. ¿A qué se debe semejante fascinación por el fútbol?
El juego presenta como una escapatoria de la dureza cotidiana. Para los niños, el juego es una preparación para la vida. En nuestra opinión, el fútbol atrae a multitudes de personas porque une de forma atractiva la autodisciplina y el trabajo en equipo, muestra como enfrentarse a los otros de una forma noble.
Al contemplar un partido de fútbol, los hombres nos identificamos con este juego, con el espíritu de colaboración y de lealtad. Entre otras cosas, la libertad se alimenta también de reglas y de autodisciplina.
Quizás por todo ello, este deporte se ha convertido en un acontecimiento universal que une a los hombres de todo el mundo por encima de las fronteras nacionales o culturales, con un mismo sentir, con idénticas ilusiones, temores, pasiones y alegrías. Efectivamente, hay que reconocer que se trata de un fenómeno genuinamente humano.
Los programadores deben recordar, más a menudo, que cuando un producto está sustentado en valores se gana al público. El fútbol es una prueba de ello. No se trata de un mero entretenimiento, si vamos al fondo de la cuestión, este juego ofrece una visión y una forma de entender la vida basada en el esfuerzo personal, en el trabajo honrado en equipo, en unas reglas justas...en definitiva, se sustenta en valores.
Ciertamente, valores corrompibles por intereses mercantiles o de otra índole. Pero, lo que atrae del fútbol es lo bueno que tiene. Ahora, que los Reyes Magos empiezan a preparar los regalos, podemos pensar en un balón para jugar con otros amigos o una televisión para ver los partidos en familia, algo que difícilmente lograran igualar otros juegos u otros entretenimientos.
Pedro Seco Varón
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