Argo, dirigida por Ben Affleck, es una buena película, tiene todas las papeletas para estar este año en los Oscar. Entre los productores, además de Affleck, figura George Clooney. El film se basa en un caso real, una parte no excesivamente conocida de la crisis de los rehenes de la embajada americana en Irán, acontecida en 1979, en plena revolución del ayatollah Jomeini. Que gran parte del personal diplomático fue retenido y humillado durante cerca de un año, y que la tristemente célebre operación de “ResCarter” fue un fracaso, sí suena. Pero el film se centra en seis personas que lograron salir de la legación y refugiarse en la embajada canadiense... DeCine21. (7/10)
El cada vez mejor actor Ben Affleck sigue demostrando un enorme talento a la hora de dirigir. Después de mostrar una madurez envidiable en el thriller con dos películas (Adiós pequeña, adiós y The town) cambia de registro con un look setentero muy marcado en el maquillaje, el vestuario, la fotografía de Rodrigo Prieto y la banda sonora de Alexandre Desplat.Argo recuerda a películas como Chacal o Todos los hombres del presidente, procurando ser un filme testimonial sobre la importancia de la labor diplomática norteamericana. Fila Siete. (7/10)
El sólido guión del neoyorquino Chris Terrio se basa en alucinantes hechos reales, relatados en el artículo “Escape from Tehran”, que Joshuah Bearman publicó en la revista “Wired”. Magníficamente ambientada, rodada con vigorosa precisión, montada con un ritmo de intensidad creciente y eficazmente arropada por la sugerente banda sonora de Alexandre Desplat, la película propone un sabroso cóctel de intriga policial en plan “Syriana”, parodia sobre Hollywood al estilo de “La cortina de humo”, drama intimista a lo “Un dios salvaje” y denuncia política con el aire documental y setentero de Costa-Gavras... J.J.M. (Cope). (8/10)
El sólido guión del neoyorquino Chris Terrio se basa en alucinantes hechos reales, relatados en el artículo “Escape from Tehran”, que Joshuah Bearman publicó en la revista “Wired”. Magníficamente ambientada, rodada con vigorosa precisión, montada con un ritmo de intensidad creciente y eficazmente arropada por la sugerente banda sonora de Alexandre Desplat, la película propone un sabroso cóctel de intriga policial en plan “Syriana”, parodia sobre Hollywood al estilo de “La cortina de humo”, drama intimista a lo “Un dios salvaje” y denuncia política con el aire documental y setentero de Costa-Gavras... J.J.M. (Cope). (8/10)
1 comentario :
Todavía recuerdo las declaraciones de uno de los rehenes cuando, por fin, fue liberado: "no me importaría que convirtieran a Irán en un aparcamiento". Evidentemente, esta persona no padecía el síndrome de Estocolomo y -seguramente- estaba muy conmocionada; por lo que no estaría hablando en serio.En fin, lo mismo en un aparcamiento no es la solución, pero sí en una autopista que una Occidente con Oriente: siempre, ha habido en esa tierra una suerte de frontera que nos ha separado de la India y del resto de Asia.
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