Desconcertados y perplejos, ocho hombres en torno a los 40 y residentes en Barcelona se ven envueltos en situaciones cotidianas que reflejan sus profundas crisis existenciales. Su dificultad para expresar lo que sienten les conduce a situaciones cómicas y patéticas que dejan atónitas a las mujeres. En este filme de episodios, y finalmente coral, el barcelonés Cesc Gay afronta la crisis de identidad masculina, al entrar en la cuarentena, desde unos planteamientos de fondo similares a los de sus anteriores películas, pero con un tono más tragicómico, que le lleva a la comedia irónica desde el drama patético... J.J.M. (Cope). (7/10)
Gay trabaja a conciencia sus historias, las tramas de cada personaje, cada cual más mimada que la anterior. Y luego sabe modelarlas visualmente con un estilo espontáneo, auténtico. Todo tan natural que parece improvisado. Magnífico director de actores, Gay ha reunido un reparto magnífico. Todos dan la talla con creces. Por lo demás, poca música, siempre la misma, cuando acaba o comienza cada historia, sencilla y discreta. Una pistola en cada mano clausuró –fuera de competición- el Festival Internacional de Cine de Roma, el pasado 17 de noviembre. Cine español de muy buen nivel. Fila Siete. (3,5/5)
Gay reflexiona sobre el dolor que causa la infidelidad, el desconcierto que provoca la ruptura familiar, la soledad, y otros temas que en mayor o menor medida han ido apareciendo en su cine, centrándose sobre todo en los personajes masculinos, aunque uno de los temas más recurridos sea la dificultad de éstos para comprenderlas a ellas. El título, Una pistola en cada mano, es una referencia simbólica a las dificultades del individuo para mantenerse fiel y 'atender a un único arma'... Aunque se nota la mano del realizador en la dirección de actores, su gran especialidad, no todos están a la misma altura... DeCine21 (6/10)
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