La Semana Santa de la televisión

Exposición Gota a Gota. Semana Santa 2010

Como cada año, la casi totalidad de la cadenas de televisión que se ven en España, en menor o mayor medida, se harán eco de que nos encontramos en la Semana Santa. En el caso de regiones como la nuestra, en las que se vive en la calle mediante procesiones especialmente, las televisiones autonómicas recogerán el paso de las cofradías por las ciudades y pueblos más importantes.

Canal Sur volverá a prestar un buen servicio público atendiendo a la Semana Santa en varios puntos de nuestra geografía. Sin embargo, Giralda TV emitirá más horas y será la referencia obligada, en casi todos los pasos sevillanos. Queremos agradecer a ambas emisoras que nos informen del desarrollo de las procesiones.

El estilo de las retrasmisiones es muy importante. Quizás, no deje de ser más que la intuición de un aficionado: para cubrir este tipo de eventos no basta solo con la destreza técnica. En efecto, se nota que los cámaras y los realizadores saben qué detalles y qué enfoques recoger. Nos da la impresión de que contamos con buenos profesionales, pero también de personas que desde pequeños han vivido la Semana Santa. Dudo que unos cineastas extranjeros lograran captar igual el paso de nuestras imágenes que los profesionales locales.

Respecto a los comentaristas, podríamos decir cosas parecidas. Un locutor no puede ser distante. Es cierto que un paso puede ser considerado una obra de arte. En efecto, el misterio que llevan a cuesta los costaleros viene representado por una imagen que es una escultura de mérito, ésta viene acompañada por un conjunto de artes aplicadas: orfebrería, bordados, dorados, decoración floral,...y hasta de música. También, reconocemos que este conjunto se construye de una determinada manera, que para contarlo, habría que recurrir a técnicas que se podrían tomar prestadas de la novela. Y, que la procesión conlleva una puesta en escena que recuerda al género teatral. Toda la suma de las partes –con su pizca de comedia en las notas de ambiente, por ejemplo, que rodean a la procesión- termina formando otra cosa distinta a la simple yuxtaposición de los géneros artísticos que aglutina. El resultado habría que describirlo con términos inspirados en la poesía. Por tanto, una prosa fría no cabe ante un paso de Semana Santa.

Por otra parte, las imágenes representan un misterio: el amor de Dios llevado al extremo de dar su vida por los hombres. Una crónica objetiva de lo que está sucediendo en la calle queda mutilada si no avanza un poco más. El arte y la gente movilizada por miles tienen una explicación, en el fondo, más teológica de lo que parece. El trabajo del comentarista de la Semana Santa es difícil. No solo tendrá que documentarse artísticamente, sino también desde el punto de vista religioso, que es el sentido de este cuadro barroco. Mucho ánimo y seguro que sale bien. Pedro Seco Varón.