Un camaleón que aspira a ser un héroe de capa y espada se encuentra, de forma accidental, en Dirt, un sediento pueblo en medio del desierto Mojave plagado de bandidos. Esta situación llevará al aventurero Rango, que así se llama nuestro camaleón, a intentar salvar su nuevo hogar, y tendrá la oportunidad de hacer realidad sus sueños.
Una de las más extrañas -y fascinantes- producciones de animación digital surgidas al margen de Pixar: una película que funda su propia estética, sin fotocopiar modelos canónicos, situándose a medio camino entre el hiperrealismo grotesco que recorría la última trilogía galáctica de George Lucas y la psicodelia feroz de Ralph Steadman. Lo más valioso no es su elaborado humor, ni su sorprendente diseño de personajes, sino la excelente animación que hace de Rango uno de los mejores papeles recientes de quien, en el original, le presta la voz: el mutante Johnny Depp. El País (Leer crítica íntegra).
A través de una animación excelente en movimientos, gestos y fondos, el director de la saga “Piratas del Caribe”, Gore Verbinski, rinde homenaje al western crepuscular —sobre todo al protagonizado y dirigido por Clint Eastwood—. El guión goza de un ritmo ágil y un descacharrante sentido del humor, reforzado por la espléndida banda sonora de Hans Zimmer y por el magnífico doblaje original, sobre todo de Johnny Depp, que dibuja a Rango con los rasgos alocados del capitán Jack Sparrow y los enriquece con constantes guiños a las dudas y neurosis del personaje estándar de Woody Allen. El resultado es una película muy divertida, aunque con alguna arritmia en su recta final y con un tono demasiado adulto en algún diálogo zafio y en varias escenas violentas. JJ Martín, Cope (Leer crítica íntegra).
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