Esta semana, el Observatorio Audiovisual Europeo ha hecho público varios datos sobre el panorama televisivo en Europa. Nuestro país cuenta con 1.180 cadenas. A este número, habría que añadir las televisiones que se pueden ver en España, pero que se emiten desde otros países.
Si nos comparamos con las demás naciones de Europa, solo Italia e Inglaterra barajan números similares. Con la mitad de televisiones, nos encontraríamos en Francia y con muchas menos en Alemania.
La mayoría de estas televisiones son de índole local y regional. En esa línea, destaca el aumento de las emisoras de las comunidades autonómicas en alta definición, que proliferan en la TDT.
Muchos contenidos son deportivos, comerciales (ventas por televisión), documentales, entretenimiento...
Efectivamente, la oferta parece cuantiosa, variada y con perspectivas de crecer. No faltan la iniciativa privada ni la pública. Los avances técnicos facilitan este proceso; por ejemplo, internet aporta algunas de estas nuevas televisiones. Así, en Europa, durante el 2010, se han creado 300 cadenas frente a las 118 que se han cerrado.
Por otra parte, el 30 de marzo de 2011, TVE ha publicado un déficit de más de 47 millones de euros. Y esto que, como todos sabemos, las televisiones privadas y las compañías de telecomunicaciones deben pagar un canon al ente público. Además, los Presupuestos del Estado le asignan 580 millones por compensación de servicio público. En total, Televisión Española ingresó en 2010 la cantidad de 1.140,6 millones de euros.
Podemos estar de acuerdo en que España necesitaría a unos profesionales que cubrieran acontecimientos de gran valor público, de interés nacional, de carácter histórico, deportivo o institucional. Pero, habría que seguir reflexionando sobre lo que cuesta a los españoles el modelo actual. Sobre todo, cuando la iniciativa privada lanza una oferta de calidad, muy completa y gratis para el contribuyente.
Estos días, han presentado sus balances en TVE. En otro momento, lo harán las cadenas públicas regionales o locales. Y el debate puede extrapolarse también a ellas. Como aficionados, somos seguidores de un buen número de programas y de profesionales que trabajan en estos entes públicos. Pensamos que, sin duda, serían contratados por cadenas privadas que aspirarían a contar con ellos. Sin embargo, mucho personal técnico podría perder su trabajo. No obstante, el gasto público se hace difícil de justificar en el panorama audiovisual cuando no faltan cadenas que se prestan a emitir sin coste para el erario. Puede que se esté gastando mucho dinero en detrimento de otros proyectos que se antojan más necesarios. Quizás, el poder político debería de alejarse algo de la promoción de televisiones y concentrarse en otros quehaceres. Pedro Seco Varón.
1 comentario :
A mucha gente la admón le debe dinero. Es verdad, que podían pagar sus deudas primero y luego promover televisiones, si es que sobra algo.
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