EL NOMBRE (2012). A. Patelliére y M. Delaporte. Comedia. Jóvenes-adultos. Estreno. ***

Eficaz comedia de salón inscrita en un género muy francés: reunión familiar, risas, bromas, agudezas, dentelladas, ajustes de cuentas... Vincent, el hermano querido al que consintieron todo en casa, ligón, guaperas, dicharachero, se casó mayor y va a ser padre por primera vez. Le invitan a cenar, con su elegante mujer Anna, en casa de su hermana Élizabeth (profesora de enseñanza media y madre con muchas horas de vuelo) y su marido, Pierre (exquisito y puñeterete profesor de universidad). También asiste, Claude, músico de una orquesta filarmónica, soltero y amigo. Mientras todos picotean, surge la duda de cómo se va a llamar el niño. Cuando Vincent hable, sobrevendrá el caos… Fila Siete. (3/5) 

Esta divertida comedia francesa se basa en una obra de teatro escrita por los mismos directores del filme. Un guión muy inteligentemente trabado y unos actores en estado de gracia hacen que, lo que en otras manos hubiera sido una tontuna sin gracia, sea una brillante y desternillante película con vocación de éxito. A pesar del cinismo afrancesado que serpentea por el fondo, el desenlace es un canto a la familia, la amistad y la maternidad. Además, políticamente se ríe de la izquierda y la derecha por partes iguales, y consigue construir personajes con indudable humanidad y verosimilitud. J. O. (Pantalla Grande). (7,5/10)

El planteamiento recuerda sobremanera el de Un dios salvaje, ya que como en la película de Polanski y Reza, El nombre no rehúye su procedencia teatral. Está muy logrado el tono realista, los diálogos rápidos, afilados, espontáneos, y el modo en que Delaporte y De La Patellière logran con enorme naturalidad que éstos vayan subiendo de tono sin resultar forzados, de modo que el espectador acaba encontrándose en medio de una tronchante trifulca de proporciones inauditas. Y es que la conversación deriva poco a poco en una marea incontrolable que empieza a zarandear a cada uno de los presentes. DeCine21. (7/10)

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