Blogs, Youtube, redes sociales... La revolución digital ha llegado. Desde que la web se apellida 2.0, todos podemos publicar contenidos en Internet que pueden dar la vuelta al mundo. Pero cuando la información que circula por la red se trata de nuestra vida privada, el asunto es mucho más serio.
Las redes sociales son comunidades virtuales donde relacionarse y sobre todo, donde compartir. Compartir experiencias, amigos y vidas: colgar fotos, vídeos y textos, en una página personal que es visible a todos los usuarios que aceptemos como amigos.
Cada usuario crea su “yo digital”, un perfil social para relacionarse con sus conocidos de todo el mundo, como Facebook o Tuenti. En el caso de lugares como Xing o Linked In, el perfil es profesional y sirve para mantener o hacer nuevos contactos del ámbito profesional al que pertenece el usuario.
Hasta aquí, todo ok, se diría en el lenguaje de la red. Las redes sociales son una herramienta útil de comunicación y relación. No obstante, hay que tener en cuenta que lo que se publica en internet ya no tiene vuelta atrás. Seguir leyendo...
Fuente: Contraste
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