Después de un aterrizaje de emergencia imposible en el cual salva la vida a un centenar de personas, el capitán Whip Whitaker es declarado héroe nacional por los medios de comunicación. Sin embargo, cuando se inicia la investigación oficial sobre los hechos, el lado oscuro de Withaker y su relación con las drogas y el alcohol comenzarán a generar dudas sobre su actuación el día del incidente. Robert Zemeckis situó a Denzel Washington en la carrera al Oscar con este logrado, en líneas generales, drama sobre el alcoholismo. El responsable de clásicos modernos como Regreso al futuro o Forrest Gump construye, en colaboración con John Gatins, un intenso y desgarrador retrato del descenso de su protagonista a un pozo sin fondo... Contraste.
El film no es otra cosa que el retrato de un hombre sin rumbo y en caída libre –como su avión durante el accidente, ya que a sus adicciones Whip suma una familia rota, está divorciado y su hijo adolescente no quiere saber nada de él–, al que lo acaecido podría hacerle remontar el vuelo. Y múltiples señales –maravillosa la escena en el rellano de una escalera de él con una heroinómana y un enfermo de cáncer terminal– le recuerdan constantemente la misteriosa acción de Dios en el devenir de los hombres. No estamos ante un film complaciente, abundan momentos desgarrados... y al arranque le falta elegancia y sutileza... DeCine21.
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