El impostor nos acerca una historia que ya apareció reseñada en The New Yorker de la mano del periodista David Grann. En concreto, se trata del relato de un chaval que se hace pasar por Nicholas Barclay, el hijo desaparecido de una familia del Medio Oeste americano. El problema es que el hijo es rubio y él es moreno, además de francés y 10 años mayor que el desaparecido. El punto de partida de la película lo encontramos cuando dicha familia, lejos de rechazar al joven francés, lo acepta y dice que sí, que él es el hijo desaparecido.
Los últimos años han visto crecer, no sólo en producción, sino en variedad de estilos, propuestas y apertura de horizontes creativos al género hermano-pobre de la gran pantalla, el documental. Relegado durante mucho tiempo a tareas mayoritariamente periodísticas o historicistas, el resurgir de este formato se debe, en parte, a la búsqueda de obras eclécticas que cuestionen fronteras, conceptos e ideas; un objetivo, sin duda, muy propio del arte moderno...
Bart Layton teje casi 100 minutos a ritmo de thriller, cine negro, imágenes caseras, reconstrucción con actores, entrevistas reales y un eficaz pudor hacia el sensacionalismo barato. El resultado es una auténtica narrativa de suspense... TacOnline
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