3 de noviembre de 2009

EL ZORRO. Norman Foster. Serie TV


Una buena noticia

Recientemente, Disney ha editado en DVD la 1ª temporada de la serie de TV El Zorro. Los primeros capítulos se emitieron en 1957 y continuaron en antena una segunda temporada hasta 1959. Originalmente, se rodó en blanco y negro. En 1992, se coloreó. En España, que sepamos, la última vez que se emitió, lo hizo Canal Sur en los 90.
Es precisamente esta versión la que se puede conseguir estos días en los comercios por unos 30€.

Los primeros pasos de la leyenda

Los estudios Disney se basaron en el personaje del Zorro creado por el estadounidense Johnston McCulley (1883-1958). Éste héroe apareció por primera vez en el cuento La Maldición de Capistrano, 1919. Pronto, la historia cautivó a millones de lectores de todo el mundo.
Posteriormente, se rodaron varias películas. Las más importantes y las que más influyen en esta serie son las protagonizadas por Douglas Fairbanks (La Marca del Zorro, 1920) y la versión, dos décadas más tarde, de Tyrone Power.

El Zorro de Disney

En esta ocasión, el propio Walt Disney eligió para el papel de El Zorro a Guy Williams (1924-1989). La serie está repleta de aventuras, de buen humor y de personajes encantadores: junto con el Zorro, destaca el sargento García (Henry Calvin), Bernardo (Gene Sheldon) ayudante del Zorro, D. Alejandro, el padre del Zorro (George J. Lewis) y otros personajes secundarios muy interesantes y divertidos: entre los malvados citaremos al capitán Monastario, al Águila (el jefe de una sociedad secreta que no duda hasta en robar iglesias) y a sus secuaces; de los buenos, no podemos olvidar al cabo Reyes, a los parroquianos de la Posada de Los Ángeles, a los frailes de la misión, a los militares y autoridades de California y a un sin fin de vecinos de la pequeña ciudad de Los Ángeles...

Una familia rica, prestigiosa y amable

El joven Zorro, D. Diego de la Vega, es un rico hacendado. Su padre, D. Alejandro, es el mayor propietario de California. Su familia es muy influyente y respetada. Incluso, los más villanos temen sus relaciones con los californianos más prestigiosos, con el Virrey y con los estamentos más altos de la misma España.
Los de la Vega son educados y generosos con sus amigos, con sus vecinos, con sus empleados y con quiénes les piden auxilio (incluso, se adelantan a ayudar antes de que les pidan su colaboración). Aunque defienden sus intereses, los supeditan a los generales de la sociedad: en un capítulo, desistieron de explotar una mina porque consideraban que la fiebre del oro traería más problemas que beneficios a la ciudad de Los Ángeles.

El Zorro presta su espada a la Justicia y a la autoridad

El Zorro combate por la Justicia. A pesar de que puedan existir magistrados malvados, El Zorro cree en la Ley. intenta que el Virrey o el Juez de Monterrey terminen siendo informados y que éstos impartan justicia y vuelva la paz.
Igualmente, colabora con los responsables de mantener el orden y la libertad: los Lanceros del Rey. Aunque se enfrenta al perverso capitán Monasterio, el resto de los comandantes del Cuartel de Los Ángeles son sus amigos y serán hombres incorruptibles (los conspiradores tendrán que matarlos o suplantarlos por malhechores para sus fines) y la mayoría de la guarnición también se compone de fieles y sacrificados soldados (acuartelados sobriamente y pagados mal y tarde).

España y el Zorro

Por encima de estas autoridades, se encuentra el Rey de España. La bandera de España es muy visible a lo largo de la serie. Y, siempre, Los de la Vega y todos (los buenos) se refieren al Monarca y a España con afecto y lealtad. California en aquella época era parte del Virreinato de México. Y por tanto española, hasta la independencia de México en 1821 (reconocida oficialmente por España en 1836). Por otra parte, California fue mexicana hasta que, en 1850, se convirtió en el 31º estado de Estados Unidos. El mismo Zorro, D. Alejandro o los terratenientes californianos recuerdan al modelo de caballero exportado a América por España: son hombres de honor, con la espada al cinto dispuestos a desenvainarla si fuera necesario, cordiales con sus vecinos, corteses con las mujeres, respetuosos con la religión y más ocupados en la tierra y con el ganado que con la industria. La serie mostrará gustos españoles de la época en la decoración (muebles castellanos), en los patios, en la bebida (toman vino, no bebidas inglesas), en los bailes, en la música, en el vestuario, en la arquitectura de la misión y en la iglesia, en las casas...La presencia española también está presente en los topónimos, en la difusión de la cultura (el mismo Zorro regresa de estudiar en España) y en un sin fin de detalles que evocan a la herencia de nuestra nación.

El recién estrenada madurez de El Zorro encarna valores de siempre para la juventud

D. Diego viene a representar unos 30 y pocos años (bastante maduro para la época donde se desarrolla la acción pero todavía jovial). Es inteligente, educado, alegre, aficionado a la música y sabe disfrutar de un buen vino y del buen tabaco, tiene muchos amigos, frecuenta las fiestas y la Posada de Los Ángeles con su típica taberna y no por ello falta a misa (en varios capítulos, lo veremos salir de la Iglesia los domingos o asistir al funeral de un amigo). Cariñoso y respetuoso con su padre, D. Alejandro. Buen amigo de sus vecinos (d. Nacho, d. Rodolfo...), de sus empleados y de los buenos sacerdotes de la misión (a los que protegerá en varias ocasiones, a los que visita frecuentemente y también regala libros). El Zorro defiende valientemente a los débiles y a los que están solos: a los pobres de Los Ángeles (a veces, los refugia en su propia casa), a los indios que están recogidos en la misión y a quiénes son objeto de atropellos e injusticias. De entre sus amigos, destaca el sargento García (Henry Calvin). Podríamos decir que son doblemente amigos porque D. Diego sigue siéndolo suyo cuando se convierte en El Zorro. El sargento corresponde, a su vez, a la amistad de D. Diego (al que considera “su mejor amigo”). Y, aunque persigue al Zorro, lo admira y comparte con él las ideas de justicia y del bien. El Zorro también tiene buenas amigas. Pero no es especialmente amigo de ninguna, a pesar de caer muy bien a las mujeres y de que su padre quiera casarlo. A veces, da la sensación de que no tiene tiempo y de que tiene el corazón ocupado con su tarea de cuidar de los demás.



El Zorro no es el único bueno

El sargento García no es tan torpe como parece. Curiosamente, no es mal espadachín y se muestra ágil a caballo. Tampoco es tan simple como a primera vista da la sensación. En los capítulos donde intenta defender a los injustamente acusados por el villano capitán Monasterio, tiene diálogos y frases muy sensatas y que nos muestran a un hombre compasivo, bondadoso y con más educación que otros personajes de mayor formación o de mayor cargo y responsabilidad social que irán apareciendo en la serie. Ciertamente, el sargento García es muy educado y amable (su manera de decir “por favor” nos hace siempre sonreír y nos desarma). Se pueden comentar muchos matices de este personaje. Quizás, otros importantes sean su honradez y su sentido del humor. El sordo Bernardo, criado y ayudante del Zorro, es con su mímica un elemento cómico y un eficaz colaborador. También es más listo de lo que la gente cree.

Acción sin violencia

El Zorro no mata a nadie. Ni siquiera hiere gravemente a sus enemigos. En una serie de acción como ésta hay duelos con espada, algún tiro, pocas peleas a puños y buenas persecuciones a caballo. Los malos normalmente se matan ellos mismos por accidente (el mal desaparece solo, en cuanto aparece el bien). En ningún momento, se ven escenas desagradables y sanguinarias. Incluso, la crueldad de los malos es distinta según los casos: hay malvados que no son capaces de llegar tan lejos como otros; por ejemplo, haciendo daño a una mujer o invadiendo una iglesia...

El Zorro cabalga libre

En nuestra casa, El Zorro cabalga libre, con su nobleza, con su buen humor y con sus buenas maneras. A los niños les gusta y a los mayores nos entretiene y da pie a pensar en el fondo de sus historias. También, nos recuerda cómo son los héroes verdaderos. Supongo que si, además, consideramos que El Zorro cuenta con un caballo negro -Tornado-, veloz y que obedece las indicaciones que le da, oculto en un escondite secreto, resulta del todo imparable su galope.

Pedro Seco.

Año: 1957. Dirigida por: Norman Foster. Protagonista: Guy Williams, Henry Calvin, Gene Sheldon. Producida por: Walt Disney. Público apropiado: Jóvenes. Género: Aventuras. Serie de Televisión.

1 comentario :

Anónimo dijo...

Este zorro es mucho más interesante que el que se ha visto en otras versiones. Comparto la admiración por este trabajo de Disney.

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