18 de mayo de 2010

Ver la televisión a los dos años de edad tiene un impacto negativo en el rendimiento académico y provoca el desarrollo de malos hábitos

Investigadores de la Universidad de Montreal (Canadá) y de la de Michigan (EEUU) han llevado a cabo una investigación publicada en el último 'Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine' (Mayo 2010), cuyo objetivo fue determinar el impacto de la exposición a la televisión durante los dos primeros años de vida en el futuro académico, el estilo de vida y el bienestar general de los niños.

Ya se ve que no es indiferente la cantidad de tele que los niños ven. No es una “niñera” inocua esa televisión que sin ton ni son podemos administrar a los niños.

Así, se constató que la exposición a la televisión tiene un impacto negativo a largo plazo. "Los estudios han demostrado que los niños que ven mucha 'tele' comen menos frutas y verduras, practican menos ejercicio y tienen más sobrepeso. Los datos sobre su influencia en el rendimiento académico no son definitivos, aunque hay varios trabajos recientes que sugieren consecuencias negativas cuando se produce una exposición excesiva... Dos de ellos han encontrado que, a largo plazo, los menores que más 'tele' visualizan tienen más problemas socioemocionales y de atención en el colegio. Asimismo, otro estudio ha encontrado que los más expuestos tienen peores habilidades verbales y menos memoria", declaran los autores en su estudio.

Para llevar a cabo el estudio, los investigadores evaluaron a 1.314 menores participantes en el 'Estudio Longitudinal de Desarrollo Infantil'. Los padres de los niños y niñas detallaron la exposición de sus hijos a la televisión a los 29 y a los 53 meses. La media de exposición de los pequeños a los 29 meses fue de seis horas durante toda la semana un tiempo que se elevó dos horas más cuando los niños tenían 53 meses. Posteriormente, cuando los pequeños tenían 10 años, se les preguntó sobre el rendimiento académico, los hábitos de vida y el desarrollo psicosocial de todos los participantes. Asimismo se evaluó su índice de masa corporal.

Teniendo en cuenta los resultados del estudio, la Academia Americana de Pediatría sugiere que los niños de más de dos años pasen menos de dos horas frente a la pantalla.

Pese a ello, la mitad de los menores de 12 a 23 meses y el 41% de los que tienen de 24 a 35 meses excede el tiempo recomendado. "La primera infancia es un periodo crítico para el desarrollo cerebral y la formación del comportamiento", aclaran los investigadores. "Cognitivamente, los primeros años culminan con el desarrollo y la expansión de las habilidades intelectuales que ayudarán al niño a procesar mejor la información, a interactuar con su medio y, eventualmente, a utilizar la lógica para entender las matemáticas", insisten.

Un medio terapéutico, fácil y barato, que aporta importantes recursos para la salud mental y emocional de nuestros menores.

Sevilla 07 de mayo de 2010
Manuel Alvarez Romero.

1 comentario :

Paulus dijo...

No me extraña esta conclusión lo más mínimo. Pienso que el exceso de televisión es malo a cualquier edad, pero evidentemente, como casi todos los malos hábitos, es especialmente pernicioso en época de desarrollo. Soy un gran enemigo de la televisión en los niños, quizás porque yo he abusado bastante de ella, pese a los esfuerzos de mis padres. Yo diría que afecta especialmente a la capacidad de relacionarse con los demás, y también a la imaginación y la creatividad. Contrariamente a lo que muchos puedan pensar, la televisión es un instrumento tremendamente pasivo, no estimula la imaginación, por muchas imágenes que proporcione. De hecho, quien viene cansado del trabajo pone la tele "para desconectar". Pero un niño no puede estar desconectado, debe ser pura actividad. En este sentido, la televisión va contra natura, contra lo que la naturaleza ha previsto para el adecuado desarrollo del hombre a tempranas edades.

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