Hereafter -Más allá de la vida- cuenta la historia de tres personas que están obsesionadas con la muerte de formas diferentes. Matt Damon encarna a George, un norteamericano que trabaja en el puerto de San Francisco y tiene el don de contactar con el más allá. En el sudeste asiático, Marie (Cécile de France), exitosa periodista y escritora francesa, tiene una experiencia cercana a la muerte cuando es sacudida por un tsunami estando de vacaciones con su novio. Y cuando Marcus (Frankie/George McLaren), escolar londinense, pierde a su hermano gemelo en un accidente de tráfico, busca desesperadamente respuestas. Tres personas lejanas entre sí, aunque movidas por un mismo afán, que acabarán encontrándose en Londres cambiadas para siempre por lo que creen que podría o debería existir en la otra vida.
Una película admirable, llena de revelaciones y enigmas intensos, construida sin que se note el esfuerzo. Como en tantas cintas de su carrera, la versatilidad y el talento de Eastwood le permiten atrapar, una vez más, eso que llamamos la vida. En esta ocasión, nos regala un relato elegante, en el que la melancolía, paso a paso, va dejando espacio al optimismo más sincero. Dotada de una nitidez asombrosa, Más allá de la vida es una de esas películas que se asientan en los mejores cimientos: la gentileza, la autenticidad, la fluidez y el clasicismo. Cine y Letras.
Coherente con la evolución hacia la esperanza de sus últimas películas —“El intercambio”, “Gran Torino” e “Invictus”—, Clint Eastwood afronta en su nuevo trabajo otros dos grandes temas existenciales: la muerte y el más allá. Y lo hace a partir de un guión de Peter Morgan (“The Queen”, “El desafío - Frost contra Nixon”, “The Damned United”), inspirado en las experiencias reales de personas que han atisbado al borde de la muerte lo que hay al otro lado del túnel que dicen ver. Eastwood despliega así sus reflexiones sobre la vida, el sufrimiento, la muerte y el más allá. J. J. Martín, Cope.
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