En el mes de septiembre resulta habitual poner en práctica, o por lo menos intentarlo, todos aquellos propósitos que nos hicimos durante las vacaciones. La vida cotidiana vuelve a ser cotidiana, los horarios se estabilizan y la rutina ocupa el lugar que le correspondía antes del descanso veraniego. En las televisiones ocurre otro tanto. Las programaciones se normalizan y las cadenas empiezan a descargar su artillería pesada para el otoño. Septiembre es el momento acostumbrado para los “movimientos televisivos”; presentadores que cambian de programa o de cadena, éxitos estivales no esperados que se prorrogan en las parrillas y, en estos tiempos convulsos, también hay canales que desaparecen.
Hay cosas que ya hemos visto... o padecido. El estreno de dos ficciones autóctonas que manifiestan la buena salud de la que goza el género, Isabel e Imperium, buscan cautivar con unas historias que tienen más de ficción que de historia. TVE también recupera a Carmen Maura (Stamos okupa2), aunque con éxito discreto. Además, llegarán las nuevas temporadas de títulos tan aterradores como El barco, Tierra de lobos o La que se avecina. Para compensar, se han anunciado nuevas entregas de Gran Hotel, Los misterios de Laura y Gran reserva, títulos que aportan un poco más al género. Un poco. Y, de ficción extranjera nos llega una de las mejores ofertas familiares de los últimos tiempos. Érase una vez alegra las noches de los martes al espectador y, además, aprueba con nota el examen de la audiencia. Haciendo la guerra por su cuenta, Cuatro, que ha degenerado hasta convertirse en el segundo canal de Telecinco, ofrece entre grandes aspavientos la cruenta y nada edificable Spartacus... Editorial Contraste Octubre 2012.
1 comentario :
unos comentarios muy suaves. La serie sobre la reina Isabel I y otras por estilo, además de ficción alejada de la verdad histórica merecerían otros calificativos, pero para qué perder el tiempo hablando de estas producciones.
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