Ayer, el Senado aprobó la nueva ley del aborto. Durante su preparación y su aprobación, muchos medios de comunicación –prensa de papel y de internet, emisoras de televisión y de radio- han informado de forma muy profesional sobre todo el proceso y a favor de la vida.
Creemos que el respeto a la vida humana, en todas sus fases, debe ser un derecho. Estamos convencidos de que las madres que se ven en situaciones difíciles deben recibir muchas más ayudas. Efectivamente, después de los niños, las principales víctimas son las madres. No se habla suficientemente de las penalidades de todo tipo que provoca el llamado síndrome después del aborto. No se informa lo bastante sobre las iniciativas que facilitarían a las madres que pudieran llegar a término su embarazo. La historia juzgará como una barbaridad lo que, en nuestra época, se está llevando a cabo con los seres humanos en estado embrionario y durante su gestación.
Este tema se puede instrumentalizar políticamente. Pero no consideramos que sea un asunto meramente político; como tampoco lo es solamente de índole religioso o médico. A favor del derecho a la vida humana en todas sus fases hay millones de personas, de todas las opiniones políticas, de todas las naciones y razas, de todas las religiones y de cualquier condición social, ambiente cultural o científico...Es evidente que una persona en lo primero que puede ponerse de acuerdo con otra, es en el respeto a la vida. El derecho a la vida es algo fundamental en la historia del hombre.
La nueva ley amplía las posibilidades para realizar más abortos y pasa a considerar esta práctica como un derecho; mientras que la anterior legislación lo consideraba un delito pero sin pena. Ambas leyes eran malas pero esta última es peor todavía.
En medio de estas horribles noticias, son un motivo para la esperanza televisiones como Intereconomía (sus servicios informativos han sido premiados por ICMEDIA este año), Popular Televisión, Libertad Digital y Telemadrid, entre otras. No queremos olvidar a nadie y sabemos que, aunque nos limitemos solo a reseñar cadenas de televisión, nos dejamos atrás a algunas emisoras y a muchos programas. Nuestra más enhorabuena a los profesionales que con gran preparación y valentía cuentan la verdad sobre el drama del aborto. Cualquier profesional que dé voz a los que defienden el derecho a la vida se arriesga, casi sin remedio, a ser señalado negativamente en ciertos ámbitos muy poderosos: gracias por no dejaros amedrentar.
La situación a la que hemos llegado es terrorífica. En efecto, que se niegue el derecho a la vida de ciertos seres humanos, en unos momentos determinados de su gestación, es un grave error. Para que esto se haya producido han debido de ocurrir muchas cosas malas. Pero, quizás, esta calamidad haya pasado porque se habrán dejado sin hacer muchos deberes y cosas buenas, que tenían que realizarse, no se han empezado aún. Este daño a la humanidad, que se está dando en tantas naciones, se terminará cuando multitud de iniciativas nobles y buenas salgan adelante. Me da alegría pensar en la cantidad de personas que durante años trabajarán para arreglar este drama. Contra toda esperanza, espero que todo este mal se ahogará con una sobreabundancia de bien. Entre esas personas de bien, están muchos periodistas. Solo queremos que sepáis que contáis con nuestro apoyo y afecto como espectadores y admiradores. Pedro Seco Varón.
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