El viaje del Papa Benedicto XVI ha tenido un amplio eco en los medios de comunicación; por ello, los telediarios se han ocupado de la noticia con más o menos extensión. Popular Televisión ha sido la cadena que mayor cobertura ha dado al acontecimiento; incluso, ha emitido en directo los actos públicos de la visita. Igualmente, hay que reseñar positivamente el tratamiento de otras cadenas, como es el caso de Intereconomía.
Sin embargo, en algunos informativos la noticia no mereció la primera plana. Algo que a muchos telespectadores extraña. Se trata de un hecho importante. Pero aunque no lo fuera, solo por lo insólito del viaje, merecía más atención. No en vano es la segunda vez en dos mil años que un Papa se desplaza a las islas Británicas (la primera visita fue la de Juan Pablo en 1982). Con demasiada frecuencia, los noticiarios nos traen a la palestra detalles o anécdotas curiosas, como que, en un pueblo de la India, los vecinos se entretienen jugando a guerrear con cometas. Algo que posiblemente sea divertido, pero que no vemos con claridad que relevancia o importancia puede tener para nuestras vidas.
Los telediarios tienden a confundirse –durante muchos minutos- con programas de mero entretenimiento. Muchos han perdido la ocasión de profundizar en la noticia, en algo verdaderamente de calado. La misma beatificación del Cardenal Newman da pie para conocer su gran obra. Al margen de su labor pastoral, sus trabajos son una joya de la literatura inglesa y de gran influencia en los Concilios Vaticano I y II. Su conversión al catolicismo es la historia de un hombre honrado que buscaba la verdad. En su trato con los demás, respetó enormemente la conciencia de cada persona. Desde una dimensión ecuménica, su relevancia es muy evidente, sobre todo, con respecto a la Iglesia Anglicana (donde reconocieron hace años su santidad; el calendario litúrgico anglicano celebra su fiesta el 11 de agosto).
Otros aspectos muy interesantes del viaje tocan de lleno al mundo de la cultura. Benedicto XVI es –además de Papa- uno de los mayores intelectuales del siglo XX. Curiosamente, el Pontífice visita a una comunidad católica inglesa que ha contado –a pesar de ser reducida en número- con una pléyade de intelectuales de gran talla. Tan solo en el campo de la universidad, de la literatura o del arte, se podrían mencionar importantes aportaciones a la civilización: Tomás Moro, Juan Fisher, la obra de Shakespeare es de clara inspiración católica (incluso, muchos especialistas consideran que el mismo Shakespeare era católico), Óscar Wilde (El Fantasma de Canterville, el Retrato de Dorian Gray), Tolkien (autor de El Señor de los Anillos), Evelyn Waugh (conocido por obras como Retorno a Brideshead), su hijo Auberon Waugh, Chesterton (creador del Padre Brown), Graham Greene, C.S. Lewis (Las Crónicas de Narnia) es un anglicano muy cercano a la Iglesia Católica, T.S. Eliot (una de las cumbres de la poesía inglesa, Premio Nobel 1948), el historiador Christopher Dawson, el “viejo trueno” Hilaire Belloc, el sacerdote y escritor Robert Hugh Benson (hijo del Arzobispo de Canterbury, cabeza de la Iglesia Anglicana), el músico Edward Elgar (considerado el “músico imperial” y cantor de la época eduardiana; su colección Pompa y Circunstancia, cuenta con la marcha solemne en Re mayor, que es una de las piezas más conocidas en el mundo), Johan Chistian Bach (el hijo menor y el más famoso de Juan Sebastián Bach) fue director del Teatro Real de Londres, donde compuso sus mejores conciertos; cambiando un poco de escena, podríamos detenernos en el cine y acordarnos de Alfred Hitchcock o de Alec Guinness, pero la lista tiene que terminar olvidando a otras muchas personalidades de gran relieve.
En cierta manera, estos artistas e intelectuales forman como un resto (perseguido y discriminado durante siglos) de la antigua Inglaterra. Son los herederos de Juan Duns Escoto y de Geoffrey Chaucer (Los Cuentos de Canterbury) y, quizás, podrían servir de camino hacia un futuro mejor para su nación, para Europa y para el mundo. De alguna manera, el viaje del Papa viene a recordar valores que el hombre de la calle busca. Nos trae un mensaje de esperanza, de amor y de fe. Aunque, una de las ideas que –personalmente- me transmite esta visita a Inglaterra es, también la fe ejemplar del Papa (y de estos católicos ingleses) en la razón y en la cultura.
Las aportaciones de estos autores ingleses se han transmitido por todo el mundo, además de por sus libros, gracias a las adaptaciones que se han realizado de sus obras para el cine y para la televisión. Pedro Seco Varón.
1 comentario :
Enhorabuena! Que las tv y el cine sigan adaptando obras de estos autores ingleses.
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