Prácticamente, la televisión –también internet- nos informaba del terremoto en Japón y no había dejado de temblar la tierra. Es destacable la función como servicio público de este medio de comunicación. Desde estas líneas, que son las de un aficionado (por tanto, al que le gusta la televisión), solo queremos reconocer este papel importante. Especialmente, recordaremos que el peso del trabajo recae en los servicios informativos y en los especiales monográficos sobre la catástrofe.
La televisión ayuda a que percibamos, en este caso, el dolor de otros seres humanos como próximo. Evidentemente, aunque no existiera la televisión cualquier persona siente como cercano lo que acontece a la familia humana. Una familia en sentido también literal; porque desde una perspectiva de la genética, se concluye que todos los hombres procedemos de unos mismos primeros padres. Por tanto, aunque parientes lejanos, todos somos una sola familia también en el sentido físico de la sangre o, mejor dicho, de los genes.
Pero, la televisión nos hace vivir esta verdad de manera natural, porque nos acerca lo que le sucede a otras personas a miles de kilómetros. Me resulta gratificante ver que la televisión nos une a estos parientes del extremo oriente. Estos días, no dejo de pensar en lo que allí sucede: terremotos, maremotos y destrucción de las infraestructuras, especialmente, en los tremendos daños ocasionados en las centrales nucleares.
Las noticias están llegando de forma muy respetuosas con las víctimas. Evitan detalles escabrosos. Todo lo contrario, lo que transmiten es la dignidad de una nación. Su valentía. El sacrificio de unos pocos para salvar a muchos. Me llena de esperanza contemplar como los vecinos se ayudan solidariamente y la determinación de salir adelante unidos.
Las leyes de la naturaleza ignoran, en gran medida, a las leyes que los hombres podamos dictar (ningún parlamento podrá ordenar a una placa tectónica que no colisione con otra) pero las fuerzas naturales no dicen la última palabra. El hombre tiene una parte de su ser sólo sujeto a otras realidades de orden superior. El espíritu humano se sobrepondrá a esta calamidad y Japón es un ejemplo de esta verdad; ya lo ha sido en otras épocas. Saber que el espíritu humano no está determinado por las leyes que mueven lo mismo un terremoto que una galaxia, me llena de esperanza. Pedro Seco Varón.
2 comentarios :
Muy buéno el artículo sobre como la Tv está tratando la catástrofe de Japón.
"Te tratarán como te presentes, y te despedirán como te comportes" dice el refrán. Japón es una nación seria y el tratamiento informativo está siendo riguroso, por lo general.
Publicar un comentario